Antes de abordar esta cuestión, es esencial tener una comprensión clara de lo que constituye el acoso sexual laboral.
Este se refiere a cualquier conducta no deseada de naturaleza sexual que crea un ambiente de trabajo hostil o intimidante. También conocido como mobbing, es un comportamiento negativo y repetitivo dirigido hacia un empleado o un grupo de empleados por parte de compañeros de trabajo, supervisores o incluso subordinados. Esto puede manifestarse de diversas formas, desde comentarios inapropiados hasta tocamientos no consentidos y coacción sexual.
El acoso sexual laboral no se limita al comportamiento físico, también puede incluir acoso verbal, gestos obscenos, mensajes de texto o correos electrónicos inapropiados, así como la difusión de imágenes o de contenido sexual sin el consentimiento de la persona afectada, todo ello con el objetivo humillar, intimidar, socavar o excluir a la persona afectada. Cuando se produce, la víctima puede sufrir consecuencias graves a nivel emocional que pueden dejar una huella para el resto de su vida.
Para identificar cuándo existe esta práctica en una empresa es importante considerar varios elementos clave:
El primer paso para determinar si existe acoso sexual laboral es evaluar si las acciones o palabras utilizadas tienen connotaciones sexuales o inapropiadas, y si son deseadas o no por la persona afectada. Hay que recordar que el consentimiento es fundamental en cualquier interacción sexual y cualquier comportamiento que carezca de él puede considerarse acoso.
Es importante tener en cuenta que el hostigamiento no siempre se manifiesta en una única instancia. Puede ser un patrón continuo de comportamiento no deseado. La constancia y recurrencia de estas acciones pueden contribuir a la determinación de si existe delito en el lugar de trabajo.
El tercer elemento clave a considerar es la huella que deja en la víctima. ¿El comportamiento ha causado malestar, ansiedad o miedo en la persona afectada? ¿Ha afectado su desempeño laboral o su bienestar emocional? Esto puede tener efectos devastadores en su salud mental y emocional, lo que debe ser tomado en cuenta al valorar la situación.
Las acciones que tome la organización ante una denuncia de este tipo también son fundamentales, así como si la compañía tiene políticas claras contra el abuso sexual y si se han implantado medidas para investigar y abordar las acusaciones de manera imparcial y efectiva. La forma en que esta trata una problemática de este calibre puede ser indicativa de su compromiso con la prevención y la erradicación de dichas conductas.
Además de los aspectos fundamentales mencionados anteriormente, existen indicadores de peligro que pueden indicar la presencia de intimidación sexual en el ambiente de trabajo:
Las palabras indebidas de naturaleza erótica, ya sea hacia una persona o en general, son un signo de advertencia. Estos comentarios pueden crear un clima incómodo y hostil.
Los chascarrillos fuera de lugar relacionados con el género, la apariencia o la orientación de alguien deben ser tomados en serio porque habitualmente generan hostilidad en el espacio de trabajo.
Las alusiones lascivas no deseadas, como comentarios sobre el aspecto físico o la vida íntima de una persona siempre son altamente inapropiadas.
Los acercamientos no bienvenidos, ya sean físicos o virtuales, son una forma común de acoso sexual laboral. Estos pueden incluir tocamientos no consentidos, mensajes de texto o correos electrónicos subidos de tono no solicitados, o incluso envío de material pornográfico.
El castigo a alguien que haya denunciado este comportamiento es inaceptable y puede agravar aún más la situación.
La prevención del acoso sexual laboral es una responsabilidad primordial de las sociedades en la protección de sus empleados y la creación de un entorno laboral seguro y saludable. Su desempeño en este sentido abarca varios aspectos clave:
Cuando se confirma un caso así, la organización debe tomar medidas disciplinarias adecuadas contra los infractores. Estas pueden incluir advertencias, capacitación obligatoria o, en casos graves, la terminación del contrato laboral. La consistencia en la aplicación de medidas disciplinarias es esencial para enviar un mensaje claro de que este tipo de comportamientos no será tolerado.
Según la legislación laboral española, las empresas tienen la obligación de garantizar un entorno de trabajo seguro y libre de abuso sexual laboral. Si un empleado lo denuncia acoso y se demuestra que esta no tomó medidas adecuadas para prevenirlo o abordarlo, puede ser considerada responsable y enfrentarse a importantes penas con multas significativas.
Si quiere conocer más sobre cómo gestionar, prevenir y actuar ante esta problemática, no dude en contactar con Lex & Tax y nosotros le asesoraremos de la mejor manera.
Es común que las empresas no reconozcan el impacto negativo del estrés laboral hasta que es demasiado tarde.
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