Diferencias entre desgravar y deducir

Cuando se trata de temas fiscales, es común escuchar hablar de términos como “desgravar” y “deducir”, y aunque a veces se usan indistintamente, no significan lo mismo. Es importante entender la diferencia, ya que la aplicación de cada una conlleva sus propias implicaciones.

Todos los días pagamos impuestos como el IVA, por ejemplo, en la compra de la comida. Aparte de eso, cada trimestre, empresas y autónomos, tienen que declarar y pagar ciertas obligaciones (IRPF, IVA trimestral, Impuesto de sociedades, etc.).

Teniendo esto en cuenta, vamos a explicar la discrepancia entre estas dos palabras:

¿Qué significa desgravar?

La base imponible es el monto sobre el cual se calcula el impuesto a pagar, pues desgravar se riere a reducir esta. Es decir, al disminuirla, la cantidad de ingresos que está sujeta a impuestos aminora, lo cual puede resultar en un menor pago de impuestos.

Fácilmente, se puede decir que esta herramienta se fundamenta en restar. Las desgravaciones fiscales suelen aplicarse a gastos particulares que están relacionados con inversiones o gastos necesarios para la obtención de ingresos.

¿Qué es deducir en fiscalidad?

Por otro lado, deducir implica minimizar directamente la cantidad de impuesto a pagar. Las deducciones se restan del total de los impuestos a pagar después de haber calculado la carga fiscal sobre la base imponible.

O sea, si desgravar es restar directamente a la base imponible, la deducción tiene que ver con descontar porcentajes. Hay leyes que aplican a cada caso concreto y establecen si hay algún descuento en los impuestos o no y de cuánto sería.

Ejemplos prácticos

Supongamos que una persona tiene ingresos anuales de 50,000€ y realiza una inversión que le permite desgravar 10,000€. La base imponible se reduciría a 40,000€. Se resta directamente de la base imponible.

En cambio, si esa misma persona tiene que pagar un 20% de impuestos sobre esos 40,000€ (8,000€) y tiene una deducción de 1,000€; entonces el impuesto total a pagar sería de €7,000. Se resta el porcentaje, como antes apuntábamos. Están relacionadas, pero no son lo mismo.

Conocer la diferencia entre ambas es crucial para la planificación fiscal eficiente porque permite optimizar la estrategia.

La cantidad a desgravar o deducir varía según la situación de cada persona y la legislación fiscal. Es recomendable consultar a un asesor fiscal para asegurar el cálculo correcto y aprovechar al máximo las desgravaciones y deducciones disponibles.

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