Sin lugar a dudas, uno de los avances más significativos en el ámbito laboral ha sido la adopción del llamado Protocolo de Prevención del Acoso y Discriminación por razón de orientación sexual, identidad de género y/o expresión de género, más bien conocido como Protocolo LGTBI.
Su objetivo es prevenir comportamientos discriminatorios contra el colectivo, buscando su eliminación a través del establecimiento de medidas preventivas y unas directrices de actuación en caso de denuncia. Está diseñado para ser práctico, sencillo y accesible para todos los empleados, facilitando su implementación y comprensión.
Los negocios familiares se diferencian de otras compañías por su estructura de propiedad y/o gestión, ya que generalmente son propiedad de una familia y tienen una orientación clara hacia la continuidad a largo plazo. A primera vista, esta característica podría hacer pensar que están sujetas a reglas especiales o distintas de las que se aplican a otras empresas.
Sin embargo, la única diferencia en términos de la obligación de tener un protocolo LGTBI radica en el número de empleados de la empresa. Así, todas las empresas familiares con más de 50 trabajadores están obligadas a tener uno.
Su implementación presenta una serie de oportunidades y desafíos, además de problemas potenciales que deben ser considerados para prevenir posibles inconvenientes.
Uno de los principales desafíos para las empresas familiares es superar las barreras culturales y generacionales relacionadas con la diversidad sexual y de género. Estas suelen surgir porque este tipo de compañías generalmente fueron fundadas hace décadas por gente educada en un contexto social muy diferente al actual.
Otro aspecto controvertido es el manejo de los datos recopilados, ya que la gestión dicha directriz puede entrar en conflicto con las leyes de protección de datos personales, dado que la orientación sexual se considera un dato de categoría especial. Por lo tanto, es fundamental tomar precauciones para garantizar que se proteja la confidencialidad.
Por otro lado, esta puede ser una oportunidad para impulsar la innovación, mejorar la moral y aumentar la retención de talento. En este sentido, cuando las empresas familiares fomentan una cultura inclusiva, en la que todos los empleados se sienten valorados y respetados sin importar su orientación sexual o identidad de género, se genera un entorno propicio para el crecimiento personal y profesional.
Además, la implementación de estos protocolos puede conllevar ciertas tensiones o problemas que es importante reconocer para intentar prevenirlos. Por ejemplo, puede agravar las tensiones familiares ya presentes, especialmente si algunos miembros no están de acuerdo con la implementación de estas políticas.
A partir de lo mencionado anteriormente, y dadas las exigencias que se imponen a todas las empresas, es fundamental que todas las medidas de control se ajusten a lo que estipulan la ley y los tribunales.
Para ser más precisos, desde Lex & Tax recomendamos un conjunto de acciones específicas, siempre con el apoyo de asesores expertos:
En Lex & Tax, somos expertos en asesorar a grupos y empresas familiares en la creación de protocolos familiares y en el asesoramiento para la implementación de Protocolos LGTBI y de Igualdad. No dudes en ponerte en contacto con nuestros profesionales para recibir la mejor orientación en estos y otros asuntos legales.
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