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Ventajas fiscales de residir en Andorra

El pequeño país ubicado entre Francia y España en el corazón de los Pirineos, se ha transformado en un destino ideal para aquellos que buscan un entorno fiscal favorable y un estilo de vida de alta calidad.
El pequeño país ubicado entre Francia y España en el corazón de los Pirineos, se ha transformado en un destino ideal para aquellos que buscan un entorno fiscal favorable y un estilo de vida de alta calidad.

Con su combinación de bajas tasas de impuestos, alta calidad de vida y un ambiente seguro y acogedor, no es de extrañar que Andorra esté atrayendo a expatriados, jubilados, nómadas digitales y empresas internacionales que buscan aprovechar las ventajas fiscales que ofrece este enclave montañoso.

El interés por la residencia fiscal en Andorra ha crecido significativamente en los últimos años, debido en parte a la relativa facilidad para establecerse allí y a la solidez de su estructura tributaria. Este país ofrece beneficios significativos tanto para individuos como para empresas, incluidos bajos impuestos sobre la renta y sobre sociedades, junto con la ausencia de impuestos sobre el patrimonio, sucesiones y donaciones.

Sistema fiscal en Andorra

Uno de los principales atractivos de Andorra es su régimen tributario, que como ya hemos mencionado, brinda bajos impuestos para personas físicas y empresas. El impuesto sobre la renta es progresivo y tiene un tipo máximo del 10%, con una estructura escalonada que no grava los primeros 24.000 euros de ingresos anuales. A partir de esa cifra, el impuesto se sitúa en el 5% para ingresos de hasta 40.000 euros y en el 10% para los superiores a esa cantidad. Este tipo máximo del 10% es considerablemente más bajo que en la mayoría de los países europeos.

Además, no tributa el patrimonio ni las sucesiones o donaciones, lo que resulta especialmente atractivo para quienes desean evitar gravámenes sobre la riqueza acumulada. Para las empresas, el impuesto de sociedades también es del 10%, con diversas exenciones y reducciones disponibles.

Requisitos para la residencia fiscal en Andorra

Para establecer la sede tributaria en Andorra, es necesario cumplir ciertas exigencias. Una de los más importantes es pasar más de 183 días al año en el país. Esto asegura un compromiso real con el territorio y no solo busquen beneficios fiscales sin una presencia física sustancial. Además, es necesario establecer el centro de intereses económicos y vitales allí, lo que implica tener vínculos familiares y sociales sólidos en Andorra. Esto puede incluir tener a la familia residiendo, ser propietario de bienes raíces o estar involucrado en actividades económicas locales.

El proceso para obtener la residencia fiscal no es sencillo, por ello, se recomienda contar con asesoramiento legal y fiscal especializado para evitar complicaciones durante el proceso.

Opciones de obtención

Andorra ofrece dos vías para obtener el domicilio fiscal: la residencia activa y la residencia pasiva. Cada opción tiene sus propios requisitos y ventajas, y es importante entender cuál se adapta mejor a sus necesidades y objetivos.

  • Residencia activa: Esta opción es para quienes desean trabajar en Andorra o iniciar un negocio en el país. Para obtener la residencia activa, es necesario tener un compromiso económico directo, como ser empleado de una empresa andorrana o tener una participación significativa en una empresa local. Además, se requiere un depósito de 50.000 euros en la Autoritat Financera Andorrana, que puede ser reembolsable en determinadas circunstancias.
  • Residencia pasiva: Esta opción es popular entre jubilados y empresarios que desean establecerse en Andorra sin trabajar activamente en el país. Requiere una inversión considerable en la economía local, como la compra de bienes raíces o inversiones en instituciones financieras andorranas. Los permisos de residencia pasiva suelen durar dos años y se pueden renovar periódicamente.

Ambas ofrecen ventajas y acceso a los servicios sociales y de salud del país, por lo que es fundamental entender cuál es la opción más adecuada en cada caso.

Oportunidades inmobiliarias y de inversión

El mercado de propiedades en Andorra ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años. Los precios de la vivienda han aumentado un 30% en cinco años, convirtiéndolo en un lugar atractivo para inversores. Además, el país no tiene impuestos anuales sobre la propiedad, y el impuesto sobre plusvalías disminuye con el tiempo, desapareciendo completamente después de 10 años de posesión de una vivienda.

Si está considerando la compra de una propiedad para uso personal o como inversión, es esencial conocer las tendencias del mercado y las implicaciones fiscales de ser propietario de bienes raíces en Andorra. Algunas zonas, como Escaldes-Engordany y Sant Julià de Loria, son especialmente populares entre inversores y expatriados, ofreciendo un alto potencial de revalorización.

El estilo de vida en Andorra

Vivir en Andorra no solo ofrece ventajas fiscales, sino también una alta calidad de vida. El país es conocido por su entorno seguro y estable, así como por la variedad de actividades recreativas disponibles, como esquí, senderismo y deportes al aire libre. Su sistema de salud es excelente y las infraestructuras educativas son de alta calidad, lo que le convierte en un lugar ideal para familias y personas que buscan un entorno tranquilo y seguro.

Andorra es un país multicultural, influenciado por España, Francia y el patrimonio catalán. Ofrece un estilo de vida más pausado en comparación con las grandes ciudades, lo que contribuye al bienestar general de sus residentes. Además, tiene una de las esperanzas de vida más altas del mundo.

Si está considerando mudarse al país pirenaico o establecer su residencia fiscal allí, le recomendamos que se ponga en contacto con expertos que puedan guiarle a través del proceso y ayudarle a tomar decisiones informadas. En Lex & Tax, nuestro está disponible para responder a sus preguntas y ayudarle a trazar un plan a medida para sus necesidades. No dude en ponerse en contacto con nosotros para obtener asesoramiento y asegurarse de que su transición sea lo más fluida posible.